Las instalaciones del Radar Planetario del Observatorio de Arecibo han vuelto al trabajo, tras un lapsus de inactividad provocado por el paso del huracán María por Puerto Rico. Lo han hecho con una serie de fantasmales imágenes por radar del asteroide Faetón:
Faetón a través de las ondas de radar de Arecibo (Arecibo/NASA/NSF). |
3200 Faetón es un cuerpo de unos 6 kilómetros de diámetro. Con un perihelio de 0,1399 UA (21 millones de km), Faetón es el asteroide con nombre propio que más se aproxima a nuestro Sol. El afelio de su órbita se sitúa a unas 2,40 UA (360 millones de kms), más allá de la órbita de Marte. Pertenece a la categoría de los asteroides Apolo.
Las imágenes del radar tienen una resolución de 75 metros por pixel y muestran un cuerpo esférico y rugoso. Tiene una depresión de algunos cientos de metros en su ecuador y una mancha circular oscura (¿un cráter?) en uno de sus polos.
Las imágenes del radar tienen una resolución de 75 metros por pixel y muestran un cuerpo esférico y rugoso. Tiene una depresión de algunos cientos de metros en su ecuador y una mancha circular oscura (¿un cráter?) en uno de sus polos.
La excentricidad de su órbita es 0,889 (altamente elíptica) y una inclinación de 22,25 grados. Estas características lo hacen más semejante a un cometa de período corto que a un asteroide, aunque la frontera que divide ambas categorías es muy difusa. En todo caso, no se ha observado el desarrollo de una cola producto de la sublimación de elementos volátiles, rasgo que es tan propio de los cometas. Su período orbital es de 523 días y una rotación de 4 horas.
La excentrica órbita de Faetón (Sky and Telescope). |
Faetón es un asteroide PHA (Potentially Hazardous Asteroid), potencialmente peligroso, esto es, objetos que se aproximan hasta unas 0,05 UA de la órbita terrestre y cuya masa es suficiente para causar un enorme desastre en caso de impacto. Ya hemos comentado que este tétrico título no significa que Faetón (ni ninguno de los PHA) va a exterminar mañana a la humanidad. En realidad se trata de cuerpos celestes a los que hay que ponerles mucho ojo, porque es posible que a largo plazo alguna de sus órbitas se desestabilice y entren en rumbo de colisión con nuestro planeta. En esta pasada su máximo acercamiento a la Tierra ocurrió el 16 de diciembre, con Faetón a 10,3 millones de kilómetros de distancia, unas 27 veces la distancia que nos separa de la Luna. Algo más que la rozada que nos dio el asteroide Florence el pasado mes de septiembre. Ahora Faetón se está alejando de nuestro planeta y su próxima pasada más cercana será el año 2093, cuando se acerque a 0,0198 UA de la Tierra (unos tres millones de km.). Las vecindades de la Tierra están llenas de escombros similares que describen sus órbitas alrededor de nuestro Sol y que -de cuando en cuando- impactan a nuestro planeta con graves consecuencias.
Faetón fue descubierto el 11 de octubre de 1983, gracias al observatorio espacial IRAS (Infrared Astronomical Satellite) de NASA.
La magnitud aparente del asteroide fue de 10 durante su máxima aproximación, siendo visible con aparatos adecuados. Faetón va dejando un rastro de escombros y partículas a lo largo de su órbita. Cada mes de diciembre la órbita de la Tierra intercepta una parte de este material que entra en la atmósfera terrestre, dando origen a la conocida lluvia de meteoros de las Gemínidas.
En estos tiempos de astronomía por ondas gravitacionales, kilonovas y fusión de agujeros negros, las humildes ondas de radio pueden obtener esta imagen espectral de un cuerpo celeste y deducir multitud de características.
En la mitología griega, Faetón es el vanidoso hijo de Helios, el dios Sol. Un buen día Faetón se montó en el poderoso carruaje de Helios, decidido a pavonearse mientras daba un paseito por el barrio. Pero no tenía experiencia al volante y perdió el control, estrellándose aparatosamente.
Faetón fue descubierto el 11 de octubre de 1983, gracias al observatorio espacial IRAS (Infrared Astronomical Satellite) de NASA.
La magnitud aparente del asteroide fue de 10 durante su máxima aproximación, siendo visible con aparatos adecuados. Faetón va dejando un rastro de escombros y partículas a lo largo de su órbita. Cada mes de diciembre la órbita de la Tierra intercepta una parte de este material que entra en la atmósfera terrestre, dando origen a la conocida lluvia de meteoros de las Gemínidas.
En estos tiempos de astronomía por ondas gravitacionales, kilonovas y fusión de agujeros negros, las humildes ondas de radio pueden obtener esta imagen espectral de un cuerpo celeste y deducir multitud de características.
En la mitología griega, Faetón es el vanidoso hijo de Helios, el dios Sol. Un buen día Faetón se montó en el poderoso carruaje de Helios, decidido a pavonearse mientras daba un paseito por el barrio. Pero no tenía experiencia al volante y perdió el control, estrellándose aparatosamente.
Castañazo de Faetón al perder el control del carruaje de su padre. La moraleja con la juventud y los excesos en las festividades de año nuevo es clara. Si vas a consumir alcohol pasa las llaves. |