El pasado 1 de septiembre, el asteroide 3122 Florence nos visitó de una pasada. En el momento de mayor acercamiento llegó a estar a unos 7 millones de kilómetros de la Tierra (la Luna está a 380.000 kilómetros), por lo tanto nuestro planeta no corrió realmente peligro.
Poniendo las cosas en perspectiva: Florence pasó a una distancia que equivale a unas 18 veces la distancia que separa la Tierra y la Luna (NASA / JPL - Caltech) |
La mayoría de nuestros lectores ya saben que el sistema solar incluye un cinturón de asteroides ubicado entre las órbitas de Marte y Júpiter. De cuando en cuando alguno de estos asteroides sufre variaciones en su órbita y puede aproximarse hasta la Tierra. En el caso del asteroide Florence, fue descubierto el año 1981 y tiene un diámetro de 4,4, kilómetros, suficiente masa para causar un cataclísmo en caso de colisión con nuestro planeta. Es un objeto próximo a la Tierra (NEO, Near Earth Object) y por lo tanto está catalogado entre los asteroides potencialmente peligrosos (PHA, Potentially Hazardous Asteroid, siglas en inglés), esto es, todos aquellos objetos que pueden acercarse a 0,05 UA -unos 7,5 millones de kilómetros- de nosotros.
La órbita de Florence tiene una inclinación de 22° respecto al plano de la eclíptica y completa una vuelta al Sol en 859 días. Florence pertenece a los asteroides Amor, esto es, asteroides que durante el perihelio se acercan a la Tierra, pero en su afelio se alejan hasta más allá de la órbita de Marte, ingresando incluso en la de Júpiter.
Pese a su respetable tamaño, Florence en ningún momento superó la magnitud de 8,7 y por tanto no fue visible a simple vista. Hubo que utilizar telescopios de cierta potencia para divisarle como un débil punto que progresaba lentamente sobre el cielo nocturno.
La órbita de Florence tiene una inclinación de 22° respecto al plano de la eclíptica y completa una vuelta al Sol en 859 días. Florence pertenece a los asteroides Amor, esto es, asteroides que durante el perihelio se acercan a la Tierra, pero en su afelio se alejan hasta más allá de la órbita de Marte, ingresando incluso en la de Júpiter.
Pese a su respetable tamaño, Florence en ningún momento superó la magnitud de 8,7 y por tanto no fue visible a simple vista. Hubo que utilizar telescopios de cierta potencia para divisarle como un débil punto que progresaba lentamente sobre el cielo nocturno.
No obstante la disponibilidad de los grandes telescopios, la mejor forma de estudiar un objeto de esta calaña es por radar...si, la pasada de Florence fue seguida muy de cerca por los radiotelescopios de Arecibo y Goldstone (NASA) cuyas imágenes permitieron una resolución de hasta 10 metros. Descubrieron que en realidad Florence es un asteroide triple, esto, es, que el cuerpo principal mantiene otros dos fragmentos menores orbitando a su alrededor. Ambas lunas tendrían entre 100 y 200 metros de díametro. La luna más cercana tendría un período de 8 horas y la exterior entre 22-27 horas. Por otra parte, se confirma que Florence gira sobre su eje una vez cada 2,4 horas.
Imagen generada por radar de Florence y sus dos lunas (NASA/JPL-Caltech) |
Otras imágenes de Florence, generadas por el radiotelescopio de Goldstone (NASA/JPL). |
En este momento Florence se aleja de la Tierra y no volveremos a saber de él hasta el año 2.500. Que sea potencialmente peligroso implica que en algún momento, quizá dentro de miles de años más, el asteroide intercepte nuestra órbita y genere un rumbo de colisión. Otro asteroide potencialmente peligroso es Bennu, un cuerpo de unos 500 metros de diámetro y objetivo de la sonda de exploración OSIRIS Rex. Existe una muy pequeña posibilidad de que Bennu impacte con la Tierra el año 2175, mientras tanto no debemos (como humanidad) perderle ojo al cielo, que en el momento menos esperado nos podemos llevar una muy desagradable sorpresa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario