El post anterior hicimos referencia al Cúmulo de Virgo, una espectacular región de la bóveda celeste que alberga unas 2000 galaxias, aunque solo unas docenas sean visibles con ayuda de telescopios. Hoy quiero continuar en los dominios de la constelación de Virgo y hacer referencia a una de las galaxias emblemáticas o más conocidas: la galaxia del sombero.
M104, su enorme halo destaca inmediatamente (NASA/ESO/NAOJ/Giovanni Paglioli/R. Colombari). |
M104, o NGC 4594 fue descubierta en 1783 por Pierre Mecháin, el laborioso ayudante de Messier (en realidad, astrónomo por derecho propio). Esta ubicada a unos 28 millones de años luz de nosotros y es una galaxia de tipo lenticular.
La Galaxia del Sombrero, como es conocida coloquialmente, tiene unos 50000 años luz de diámetro, menos de la mitad de nuestra Vía Láctea, pero no por eso deja de presentarnos una vista espectacular. La contemplamos de canto, con unos 5° de inclinación respecto a nuestro punto de vista, ofreciéndonos la inconfundible figura de un sombrero de ala ancha, analogía que le brinda su nombre característico. Al ocular de un telescopio potente se distinguen detalles muy interesantes. En primer lugar, la abultada extensión de su halo, que da la impresión de que M104 es un híbrido, a medio camino entre una galaxia espiral y elíptica. Se han propuesto algunas teorías para explicar la presencia de este vistoso halo y hay quien sostiene que en realidad M104 fue en su origen una galaxia elíptica, que capturó una enorme cantidad de material que terminaría por formar el disco que apreciamos hoy.
Otro rasgo característico es el anillo de polvo (lane dust) que cierra el contorno de la galaxia a modo de bastión inexpugnable. Se necesitan telescopios de cierta potencia para advertir esta franja, que debe ser una fuente de quebraderos de cabeza para hipotéticos astrónomos de algún planeta (¡bondades de la radioastronomía!) habitado de la galaxia. El anillo de polvo resulta aun más impresionante debido al vivo contraste con el brillante bulbo galáctico del fondo. El núcleo galáctico oculta un agujero negro supermasivo, del orden de mil millones de masas solares.
Otra característica notable es la abundancia de cúmulos globulares, de los que se han descubierto unos 2000. Estos cúmulos son agrupaciones homogéneas de estrellas viejas, que se extienden típicamente por unos 150 años luz de diámetro. Suelen distribuirse por el halo galáctico, poseen órbitas muy excéntricas alrededor del núcleo y se piensa que muchos serían los restos de antiguas galaxias devoradas por la fuerza de gravedad de una galaxia más masiva. Nuestra Vía Láctea contiene unos 200 de estos cúmulos (apenas una fracción de los que alberga M104) siendo el más espectacular -con diferencia- el cúmulo de Omega Centauri.
M104 tiene una magnitud aparente de 9 y no es visible a simple vista. De todas formas, la galaxia es una de las más brillantes que podemos contemplar en las cercanías de nuestro Grupo Local. Tiene una declinación de 11° y es visible desde el hemisferio sur durante casi todo el año. En diciembre es visible poco antes del amanecer, levantándose por el este, mientras que a mediados de agosto podremos verla brevemente al atardecer, antes que se hunda por el oeste. La galaxia se encuentra cerca del llamativo cúmulo de galaxias de Virgo, pero no está claro que sea parte de él.
La galaxia es visible con unos binoculares, pero necesitas un telescopio de unos 250 mm para distinguir la franja de polvo o los detalles del bulbo central. Cielos oscuros son siempre recomendables.
La Galaxia del Sombrero, como es conocida coloquialmente, tiene unos 50000 años luz de diámetro, menos de la mitad de nuestra Vía Láctea, pero no por eso deja de presentarnos una vista espectacular. La contemplamos de canto, con unos 5° de inclinación respecto a nuestro punto de vista, ofreciéndonos la inconfundible figura de un sombrero de ala ancha, analogía que le brinda su nombre característico. Al ocular de un telescopio potente se distinguen detalles muy interesantes. En primer lugar, la abultada extensión de su halo, que da la impresión de que M104 es un híbrido, a medio camino entre una galaxia espiral y elíptica. Se han propuesto algunas teorías para explicar la presencia de este vistoso halo y hay quien sostiene que en realidad M104 fue en su origen una galaxia elíptica, que capturó una enorme cantidad de material que terminaría por formar el disco que apreciamos hoy.
Otro rasgo característico es el anillo de polvo (lane dust) que cierra el contorno de la galaxia a modo de bastión inexpugnable. Se necesitan telescopios de cierta potencia para advertir esta franja, que debe ser una fuente de quebraderos de cabeza para hipotéticos astrónomos de algún planeta (¡bondades de la radioastronomía!) habitado de la galaxia. El anillo de polvo resulta aun más impresionante debido al vivo contraste con el brillante bulbo galáctico del fondo. El núcleo galáctico oculta un agujero negro supermasivo, del orden de mil millones de masas solares.
La galaxia del sombrero, captada por el telescopio espacial Hubble (NASA/ESA). |
Otra característica notable es la abundancia de cúmulos globulares, de los que se han descubierto unos 2000. Estos cúmulos son agrupaciones homogéneas de estrellas viejas, que se extienden típicamente por unos 150 años luz de diámetro. Suelen distribuirse por el halo galáctico, poseen órbitas muy excéntricas alrededor del núcleo y se piensa que muchos serían los restos de antiguas galaxias devoradas por la fuerza de gravedad de una galaxia más masiva. Nuestra Vía Láctea contiene unos 200 de estos cúmulos (apenas una fracción de los que alberga M104) siendo el más espectacular -con diferencia- el cúmulo de Omega Centauri.
M104 tiene una magnitud aparente de 9 y no es visible a simple vista. De todas formas, la galaxia es una de las más brillantes que podemos contemplar en las cercanías de nuestro Grupo Local. Tiene una declinación de 11° y es visible desde el hemisferio sur durante casi todo el año. En diciembre es visible poco antes del amanecer, levantándose por el este, mientras que a mediados de agosto podremos verla brevemente al atardecer, antes que se hunda por el oeste. La galaxia se encuentra cerca del llamativo cúmulo de galaxias de Virgo, pero no está claro que sea parte de él.
La galaxia es visible con unos binoculares, pero necesitas un telescopio de unos 250 mm para distinguir la franja de polvo o los detalles del bulbo central. Cielos oscuros son siempre recomendables.
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