jueves, 29 de diciembre de 2016

Las garras del león.


La constelación de Leo (el León) es la quinta integrante del Zodíaco; ese camino aparente del Sol entre las estrellas a lo largo del año. Ubicado entre Cáncer y Virgo, Leo es la decimosegunda constelación en extensión de las 88 reconocidas por la UAI.


La constelación de Leo en Cartes du Ciel, La eclíptica cruza un poco al sur de Regulus. Los grupos de galaxias Triplete de Leo y grupo M96 son visibles. 




Leo en el programa Stellarium. Se distinguen las principales estrellas con sus nombres propios. En el hemisferio sur vemos al León al revés, panza arriba.



Es una constelación que posee un buen número de estrellas brillantes, que permiten localizar con facilidad su asterismo en la bóveda celeste. Quizá el aspecto más familiar de la constelación es el "símbolo de interrogación" que se forma al conectar la cabeza del león -la estrella Algenubi- con su corazón marcado por Regulus.

Describiremos las principales estrellas de la constelación. Los nombres propios de la mayoría hacen referencia a su posición dentro del cuerpo del león.

La estrella más brillante de Leo es Regulus ( a Leonis), el "pequeño rey", un sistema cuádruple ubicado a unos 77 años luz de distancia. 
La componente principal -Regulus A-  es una brillante estrella blanco-azulada, de secuencia principal tipo espectral B7, que es unas 240 veces más brillante que nuestro Sol. Regulus A está a unos 12.000 K y es unas dos veces y media más grande que nuestro Sol. La compañera de Regulus A es a su vez un sistema binario compuesto por Regulus B y C, un par de enanas roja y naranja separadas entre sí por unas 100 UA, completando una órbita entre ellas en un período de 2.000 años. 

Todo el conjunto posee una magnitud aparente de 1,35, la vigésimo segunda más brillante del cielo nocturno.



Regulus A, arriba a la izquierda, domina con su brillo el paisaje. Su compañera -Regulus B- es visible arriba a la derecha. El conjunto de estrellas a la derecha es la galaxia enana Leo I, satélite de nuestra galaxia (Russell Croman).



La segunda estrella es Denébola ("cola del león), una estrella blanca de tipo espectral A3V, ubicada a unos 35 años luz y con una temperatura que anda por los 9.000 K.

Algieba ("la frente") es la tercera estrella más brillante de Leo. Es un sistema binario ubicado a unos 130 años luz de la Tierra, por tanto, es la más lejana de las estrellas principales de la constelación. La componente principal, llamada Algieba A, es una gigante naranja que arde a unos 4.400 K, algo más fría que nuestro Sol. Tiene un radio 30 veces mayor que nuestro Sol y es unas 300 veces más luminosa. La compañera, llamada Algieba B, es una rara estrella gigante de color amarillo y magnitud 3,8. El sistema se puede resolver fácilmente con un pequeño telescopio, además, cerca de Algieba se encuentra el punto radiante de las Leónidas, una lluvia de meteoros que actualmente se produce durante la segunda mitad del mes de noviembre. Esta lluvia de estrellas es parte de la cola del cometa 55P/Tempel-Tuttle, que tiene un período orbital alrededor del Sol de 33 años.

Duhr, ("espalda del León") o Zosma, es la cuarta estrella más brillante de Leo. Es un astro de color blanco ubicado a unos 60 años luz, dos veces más grande que el Sol y a unos 8.500 K.

Otra estrella destacable es Wolf 359 una enana roja situada a 7,8 años luz, por tanto, la sexta estrella más cercana a nuestro planeta (Sol incluido).

También tenemos a R Leonis, una variable ubicada 5° al oeste de Regulus. Es una gigante roja a unos 240 años luz y debe tener un tamaño enorme, quizá unas 300 veces más grande que nuestro Sol. La estrella ya salió de la secuencia principal y en esta etapa inestable de su vida produce amplias variaciones de luminosidad. En su brillo máximo podemos verla a ojo desnudo, pero en sus mínimos necesitaremos instrumentos ópticos para divisarla. Su período es de 312 días y la magnitud aparente varía entre 4,40 y 11,30.



Regulus y un conjunto de planetas captados sobre el plano de la eclíptica (Yuri Beletsky).




La ubicación de Regulus sobre el plano de la eclíptica permite que de cuando en cuando la estrella sea ocultada por otros cuerpos celestes, un evento que a los aficionados nos gusta mucho, la Luna es la responsable de la mayor parte de las ocultaciones.

Objetos de espacio profundo.

El triplete de Leo es quizá el objeto profundo más conocido de la constelación. Esta formado por 3 soberbias galaxias espirales: M65, M66 y NGC 3628. No es visible a simple vista, pero un telescopio mediano bastará.



El triplete de galaxias de Leo. Las integrantes interaccionan gravitacionalmente (Wikipedia).



M65 es una galaxia situada a unos 35 millones de años luz. Fue descubierta por Charles Messier (otros dicen que por Pierre Méchain) en 1780.

M66 está a 36 millones de años luz y tiene un diámetro de unos 100.000 años luz, más o menos similar a nuestra Vía Láctea. Es la galaxia más grande y brillante del triplete. La vemos ladeada, pero con el suficiente perfil para distinguir la delicada y hermosa estructura de sus brazos en espiral, con grandes nubes de gas y polvo intercaladas por aquí y por allá. Es bastante activa en la formación de nuevas estrellas y es posible que en el pasado tuviese un "topón" gravitacional con NGC 3628 que produjo cierta deformación en sus brazos. 

NGC 3628 es la que nos aparece de canto. Está a unos 35 millones de años luz de distancia. Fue descubierta por William Herschel en 1784. Un extenso disco de polvo y gas cruza la galaxia a lo largo. La galaxia está dejando un reguero de material a través del espacio que se extiende por unos 300.000 años luz, esto es, casi el doble de nuestra Vía Láctea. Los especialistas creen que se debe a un choque gravitatorio con M66 en un lejano pasado. 

El triplete está ubicado a unos dos grados de Chertan (Teta Leonis) y es fácilmente visible con un telescopio medio. Un ocular de 20mm nos permitirá mantener a las tres integrantes dentro del campo visual. Cielos sin contaminación lumínica son esenciales.

El grupo M96 es otro conjunto de galaxias situadas relativamente cerca del triplete. M96 es una magnifica espiral barrada a unos 34 millones de años luz, descubierta en 1781 por el ayudante de Messier, Pierre Méchain. Su centro alberga un agujero negro supermasivo equivalente a 7,8 millones de masas solares. El grupo incluye la espiral M105, la más brillante del grupo y se cree que su centro galáctico es hogar de otro agujero negro con una masa estimada de 50 millones de masas solares.



Galaxia M96, vista por el telescopio espacial Hubble.


M95 es el tercer objeto Messier perteneciente al grupo M96. Lo interesante de esta galaxia espiral barrada es que el año 2012 una de sus estrellas se convirtió en una supernova tipo II, que recibió la denominación SN2012aw y que alcanzó una magnitud de 13.

El grupo de M96 no es visible a simple vista, pero al igual que el triplete bastará un telescopio de aficionado para obtener una gratificante observación.

Observación de Leo.





El mejor momento para observar Leo es durante los meses de verano, cuando la veremos salir por el este y mantenerse en el cielo durante toda la noche. Regulus, su integrante más destacada, culmina a unos 39° pasada la medianoche. La constelación está entre Cáncer y Virgo, y es fácilmente ubicable gracias al potente brillo de Regulus. El extenso asterismo de la Hydra rodea a Leo por el sur, mientras que el Leon menor se extiende por el norte (recuerden, esto hablando en coordenadas celestes).

No esperen ver la figura de un león, eso se lo dejamos a los griegos y su sobreexcitada imaginación, pero Regulus y otras estrellas forman lo que mucha gente identifica como un signo de interrogación (equivalentes a la cabeza y pecho del león), que en hemisferio austral veríamos al revés Otros (me incluyo) aseguran ver un colgador de ropa y hasta una hoz. Sea como sea, el asterismo es fácilmente detectable.

Cuando la noche está avanzada el brillo de Regulus se mezcla hermosamente con las lumbreras de Géminis (Castor y Pollux) más las estrellas de Orión, Proción, Sirio y Canopus.

Para finalizar, diremos que Leo representa al León de Nemea, un elemento que procede de la mitología griega, en este caso, un león protegido por una piel tan gruesa que lo hacía invulnerable ante lanzas, flechas y garras de sus enemigos. El sufrido Hércules tuvo que luchar mano a mano con la bestia para derrotarla. Cuando lo logró se llevó el correspondiente botín: extrajo la gruesa piel del león para fabricarse una armadura.



El origen de Leo como constelación está en la mitología griega. El primer trabajo de Hércules fue eliminar a este terrible adversario, que estaba dotado por una gruesa capa de piel que le protegía de armas y garras.




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