El robot de exploración Curiosity va por su quinto año por la superficie de Marte. Su carrera ha sido exitosa y sus selfies sobre el suelo marciano son una postal conocida por la mayoría de la población terrícola.
El robot MSL (Mars Science Laboratory) aterrizó en el fondo del cráter Gale el año 2012. Su trabajo de exploración se ha limitado en exclusivo a estudiar las condiciones imperantes en el cráter Gale -en la zona de Elysium Planitia- y su montaña central conocida como Aeolis Mons (aunque los astutos de la NASA lo han rebautizado como Monte Sharp). El cráter Gale es una cuenca de unos 150 kilómetros de diámetro, con el Aeolis, de unos 5.000 metros de altitud, ubicada en el centro. La misión primaria del Curiosity no está enfocada en descubrir rastros de vida marciana, sino en analizar si el mundo alguna vez fue habitable.
El cráter Gale, lugar de las andanzas de Curiosity. En el pasado fue un extenso lago (NASA). |
Los hallazgos de Curiosity han sido divulgados en extenso y son muy interesantes: encontró que, en épocas pasadas, el cráter Gale fue un antiguo lago que albergó cantidades variables de agua, que en algún momento se elevó hasta 800 metros sobre el fondo del cráter. Asi que Marte fue capaz de mantener agua líquida sobre su superficie durante extensas cantidades de tiempo, el asunto es dilucidar si estas características fueron acompañadas por el desarrollo de formas de vida.
El punto es que Curiosity carece de los instrumentos necesarios para detectar los restos de antiguos microorganismos marcianos. El aspecto primordial de su misión ya lo cumplió en su totalidad: demostró que en el pasado Marte albergó agua líquida y que las condiciones del planeta fueron mucho más amigables que hoy. Ahora Curiosity asciende lentamente por las faldas del Monte Aeolis, a ver que otras sorpresas nos puede entregar.
El punto es que Curiosity carece de los instrumentos necesarios para detectar los restos de antiguos microorganismos marcianos. El aspecto primordial de su misión ya lo cumplió en su totalidad: demostró que en el pasado Marte albergó agua líquida y que las condiciones del planeta fueron mucho más amigables que hoy. Ahora Curiosity asciende lentamente por las faldas del Monte Aeolis, a ver que otras sorpresas nos puede entregar.
Desde la NASA ya están pensando en futuras misiones que exploten los hallazgos de Curiosity. Los europeos tampoco se han quedado atrás y la ESA espera enviar su misión ExoMars 2020 (con colaboración rusa), que también incluye un rover para rodar sobre Marte y buscar huellas de antiguas formas de vida.
NASA tiene en agenda el envío del rover Mars 2020, una especie de gemelo de Curiosity con esteroides. Las principales diferencias con Curiosity estarán dadas por la inclusión de un sistema de recolección de muestras y unas ruedas reforzadas para prevenir el desgaste provocado al rodar por el suelo marciano.El principal objetivo de la misión sería detectar la presencia de biomarcadores que delatasen la presencia de antiguos microorganismos marcianos. Efectivamente, desde NASA han propuesto que el rover sucesor de Curiosity recolecte una serie de muestras del suelo marciano que dejará repartidas por diversos lugares. Las muestras recolectadas quedarán resguardadas en unas cápsulas especialmente diseñadas para garantizar su integridad durante décadas si es necesario. Una misión posterior sería la encargada de recoger estas muestras y llevarlas de regreso hasta nuestro planeta. A primera oída todo el proceso puede sonar complejo y engorroso, pero las realidades financieras se imponen: NASA no tiene dinero para financiar una misión capaz de traer de inmediato las muestras.
Todavía no está claro cuál será el lugar de aterrizaje del rover 2020 (tampoco se ha definido un nombre apropiado para la misión) pero al comienzo se barajó una lista con una veintena de opciones. Posteriormente la lista se redujo a ocho y finalmente a tres posibilidades: cráter Jezero, la zona de Syrtis Major y las colinas Columbia
El cráter Jezero tiene unos 50 kilómetros de diámetro. En el pasado fue un lago con presencia de sedimentos y un delta de un antiguo río marciano. Al parecer el agua de este cráter tuvo un PH neutro y sería el lugar favorito para hacer descender el rover.
El sector noreste de Syrtis Major. Es una de las regiones más antiguas de Marte. La actividad volcánica habría permitido la existencia de agua a alta temperatura. Asunto no menor cuando pensamos en los ingredientes en la receta de la vida.
Las colinas Columbia (en el centro del cráter Gusev) ya fueron visitadas por el rover Spirit, que descubrió señales de fuentes hidrotermales en el lugar, es decir, aguas subterráneas.
La decisión entre los tres candidatos corresponde a NASA, que deberá anunciar al ganador durante 2018 o principios de 2019.
El prematuro desgaste en las ruedas del Curiosity prendió las alarmas en la Tierra. La situación ya estaría controlada, pero el control de misión se vio obligado a modificar el itinerario y los ritmos de marchas del rover para no correr riesgos innecesarios. Hasta la fecha Curiosity ha rodado un total de 10 kilómetros por el suelo marciano, pero la expectativa es que su gemelo se desplace bastante más (unos 20 kilómetros en su misión primaria). Para evitar problemas, el rover Mars 2020 llevará unas ruedas más gruesas y con tracción mejorada. También incluirá un micrófono que nos permitirá escuchar por primera vez los sonidos de Marte. Otro aspecto simpático es que Mars 2020 incluirá un experimento para producir oxígeno a partir del dióxido de carbono marciano. Esto ultimo será fundamental cuando llegue el momento de enviar misiones tripuladas al planeta rojo.
La fecha de despegue de la misión sería julio de 2020. Se esperaba que Mars 2020 costase una fracción del valor de Curiosity (de hecho, este era el aspecto más atractivo de la misión), pero como ya se pueden imaginar el presupuesto no ha cesado de trepar y ya va por los 2.400 millones de dólares, y es que NASA ha mostrado una inclinación imbatible a producir sobrecostes en todas sus misiones. Es probable que este contexto imponga retrasos y que el lanzamiento se produzca recién en 2022. El método de aterrizaje sería el de Sky Crane, que tan buenos resultados dio con Curiosity.
Sin duda que la próxima década traerá varios hitos para la exploración del sistema solar. La conjunción de dos misiones especializadas: ExoMars 2020 (Europa) y Mars 2020 (Estados Unidos) sobre suelo marciano podrá despejarnos definitivamente la incógnita de si Marte fue alguna vez un mundo habitado.
NASA tiene en agenda el envío del rover Mars 2020, una especie de gemelo de Curiosity con esteroides. Las principales diferencias con Curiosity estarán dadas por la inclusión de un sistema de recolección de muestras y unas ruedas reforzadas para prevenir el desgaste provocado al rodar por el suelo marciano.El principal objetivo de la misión sería detectar la presencia de biomarcadores que delatasen la presencia de antiguos microorganismos marcianos. Efectivamente, desde NASA han propuesto que el rover sucesor de Curiosity recolecte una serie de muestras del suelo marciano que dejará repartidas por diversos lugares. Las muestras recolectadas quedarán resguardadas en unas cápsulas especialmente diseñadas para garantizar su integridad durante décadas si es necesario. Una misión posterior sería la encargada de recoger estas muestras y llevarlas de regreso hasta nuestro planeta. A primera oída todo el proceso puede sonar complejo y engorroso, pero las realidades financieras se imponen: NASA no tiene dinero para financiar una misión capaz de traer de inmediato las muestras.
El rover Mars 2020, un Curiosity con esteroides pensado específicamente para encontrar restos de antiguos microorganismos marcianos (NASA). |
El rover Mars 2020 extrae muestras de suelo marciano en busca de biofirmas (NASA). |
Todavía no está claro cuál será el lugar de aterrizaje del rover 2020 (tampoco se ha definido un nombre apropiado para la misión) pero al comienzo se barajó una lista con una veintena de opciones. Posteriormente la lista se redujo a ocho y finalmente a tres posibilidades: cráter Jezero, la zona de Syrtis Major y las colinas Columbia
El cráter Jezero tiene unos 50 kilómetros de diámetro. En el pasado fue un lago con presencia de sedimentos y un delta de un antiguo río marciano. Al parecer el agua de este cráter tuvo un PH neutro y sería el lugar favorito para hacer descender el rover.
El sector noreste de Syrtis Major. Es una de las regiones más antiguas de Marte. La actividad volcánica habría permitido la existencia de agua a alta temperatura. Asunto no menor cuando pensamos en los ingredientes en la receta de la vida.
Las colinas Columbia (en el centro del cráter Gusev) ya fueron visitadas por el rover Spirit, que descubrió señales de fuentes hidrotermales en el lugar, es decir, aguas subterráneas.
La decisión entre los tres candidatos corresponde a NASA, que deberá anunciar al ganador durante 2018 o principios de 2019.
Los tres sitios candidatos para el aterrizaje del rover en 2020 (NASA) |
El cráter Jezero, un antiguo lago marciano, con presencia de sedimentos y evidencias de un antiguo delta (NASA). |
Curiosity demostró la habitabilidad pasada de Marte, falta precisar si hubo huéspedes que se beneficiasen de estas condiciones. |
Los principales cambios del rover Mars 2020 respecto a Curiosity (NASA). |
El prematuro desgaste en las ruedas del Curiosity prendió las alarmas en la Tierra. La situación ya estaría controlada, pero el control de misión se vio obligado a modificar el itinerario y los ritmos de marchas del rover para no correr riesgos innecesarios. Hasta la fecha Curiosity ha rodado un total de 10 kilómetros por el suelo marciano, pero la expectativa es que su gemelo se desplace bastante más (unos 20 kilómetros en su misión primaria). Para evitar problemas, el rover Mars 2020 llevará unas ruedas más gruesas y con tracción mejorada. También incluirá un micrófono que nos permitirá escuchar por primera vez los sonidos de Marte. Otro aspecto simpático es que Mars 2020 incluirá un experimento para producir oxígeno a partir del dióxido de carbono marciano. Esto ultimo será fundamental cuando llegue el momento de enviar misiones tripuladas al planeta rojo.
La fecha de despegue de la misión sería julio de 2020. Se esperaba que Mars 2020 costase una fracción del valor de Curiosity (de hecho, este era el aspecto más atractivo de la misión), pero como ya se pueden imaginar el presupuesto no ha cesado de trepar y ya va por los 2.400 millones de dólares, y es que NASA ha mostrado una inclinación imbatible a producir sobrecostes en todas sus misiones. Es probable que este contexto imponga retrasos y que el lanzamiento se produzca recién en 2022. El método de aterrizaje sería el de Sky Crane, que tan buenos resultados dio con Curiosity.
Sin duda que la próxima década traerá varios hitos para la exploración del sistema solar. La conjunción de dos misiones especializadas: ExoMars 2020 (Europa) y Mars 2020 (Estados Unidos) sobre suelo marciano podrá despejarnos definitivamente la incógnita de si Marte fue alguna vez un mundo habitado.
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