martes, 2 de mayo de 2017

La sonda Cassini se prepara para su espectacular Gran Final


La sonda Cassini es una curtida veterana de la exploración espacial. Fue lanzada al espacio el 15 de octubre de 1997 y arribó a Saturno el año 2004. El costo total de la misión ascendió a 3.200 millones de dólares y es un proyecto conjunto entre la NASA y ESA, diseñado con el objetivo de investigar al gigante Saturno, sus espectaculares anillos y sus lunas. Ahora, después de 13 años de dilatada carrera, la sonda se prepara para decirnos adiós.

El 22 de abril el control de la misión dio inicio a la última fase en la vida de Cassini, bautizada con el altisonante nombre de Gran Final. Consiste en una serie de 22 pasos por el hueco de 2.400 kilómetros entre Saturno y su sistema de anillos. Esta última fase concluirá el día 15 de septiembre, cuando Cassini se queme en la atmósfera de Saturno. No hay otra opción porque la sonda se está quedando sin combustible y es necesario darle un final adecuado. Se debe eliminar hasta el último rastro de la nave, y evitar que por accidente la sonda se estrelle contra las impolutas lunas de Saturno, lo que se conoce como protocolo de protección planetaria. El problema es el siguiente: no se puede descartar que microorganismos extremófilos terrestres hayan sobrevivido la increíble travesía de Cassini por los vacíos del sistema solar, si esto es así, Cassini podría accidentalmente contaminar los interesantes satélites con bacterias de origen terrestre. El protocolo no es nuevo, ya se hizo antes con la sonda Galileo.



Concepción artística de los últimos momentos de Cassini. La sonda se desintegrará en la atmósfera de Saturno (NASA/JPL-Caltech).



Concepción artística. La exitosa Cassini se dispone a convertirse en una estrella fugaz sobre el gigante Saturno (NASA/JPL-Caltech).


Las órbitas de la fase final.

Mientras tanto Cassini cumplirá 22 órbitas que la llevarán a cruzar el hueco existente entre el planeta Saturno y su sistema de anillos, una brecha que ninguna nave había atravesado antes. El proceso se inició el día 22 de abril, cuando Cassini realizó su último sobrevuelo (¡el número 127!) sobre Titán a una distancia de 1.000 kilómetros. Esta maniobra le brindó el impulso gravitatorio necesario para modificar su órbita e insertarse en las órbitas de su última etapa, en que podrá realizar una serie de análisis claves para definir la verdadera edad del sistema de anillos y precisar alguna información relevante sobre las dinámicas atmosféricas del Señor de los anillos y su campo magnético.


En azul, las 22 órbitas del Gran Final de Cassini (NASA).


Cassini se dispone a cruzar la brecha existente entre Saturno y sus anillos. NASA/JPL-Caltech


La primera de estas órbitas la ejecutó el día 27 de abril. Cassini se lanzó por el hueco existente entre el planeta y el límite interior de los anillos de Saturno, a una velocidad de 34 km/s. El periapsis de esta primera órbita  (punto de mayor cercanía al planeta) ocurrió en un punto cercano al hemisferio sur de Saturno, cuando Cassini llegó a estar a unos 3.000 kilómetros de la capa atmosférica superior del planeta, y tuvo oportunidad de capturar impresionantes vistas del misterioso vórtice del polo.


El vórtice del polo sur, captado por Cassini en la primera de sus 22 órbitas del Gran Final (NASA).


La maniobra tiene sus riesgos. Cassini se mueve a una velocidad de 34 km/s. y cualquier colisión con una partícula, por muy pequeña que sea, puede tener serias consecuencias para la integridad de la nave. El control de la misión ha sido especialmente cuidadoso, y lo cierto es que en esta primera órbita Cassini utilizó su antena de alta ganancia (de 4 metros de diámetro) como un escudo protector contra los posibles obstáculos. Durante casi 20 horas se perdió contacto con la nave hasta que la antena fue apuntada otra vez a la Tierra y se restableció la comunicación, entonces los técnicos e ingenieros pudieron respirar aliviados. Se espera que los datos recopilados durante este primer zambullido permitan aumentar la seguridad de los siguientes pasos. Cassini envía estos datos a la Tierra, donde son recepcionados por la estación Goldstone de la Red de espacio profundo (Deep Space Network) en California.

La segunda órbita del Gran Final tendrá lugar el 2 de mayo. Estos pasos de Cassini nos aportarán numerosos datos sobre la constitución interior -hasta ahora mal conocida- de Saturno. Por otra parte, la sonda espacial Juno está realizando un trabajo similar con el planeta Júpiter, si bien no ha podido alcanzar la órbita científica deseada. Para cuando ambas misiones lleguen a su final (Juno en 2018) nuestro conocimiento sobre los gigantes gaseosos se habrá ampliado notablemente. 

Estamos en cuenta regresvia hasta el 15 de septiembre, cuando Cassini se desintegrará en las altas capas atmosféricas de Saturno como un osado turista, símbolo del progreso intelectual de la humanidad. Su misión exploratoria ha sido cumplida a cabalidad y no hay reemplazantes que tomen su antorcha, al menos en el corto plazo.

Durante su dilatada trayectoria Cassini nos ha regalado miríadas de hermosas fotografías de Saturno y sus lunas. Aquí pueden ver algunas de mis preferidas.

NASA -genios de la publicidad- han elaborado un video para recopilar los logros de Cassini y honrar sus últimos instantes. Véanlo....se los recomiendo, a más de alguno se le escapará una lagrimita.





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